Al igual que muchos de los habitantes de Haití, que padecieron un devastador terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, millones de personas en el mundo han sufrido y sufren aún las consecuencias de los sismos que sacuden la Tierra, mientras los científicos aún no pueden explicar cuándo se originará el próximo y en dónde se localizará su epicentro.
¿Por qué es tan difícil pronosticar un terremoto con la tecnología y los estudios existentes en pleno siglo XXI?
"No se conocen con precisión los parámetros que interactúan para originar un terremoto y cuantificar en forma temporal la energía que se acumula en las placas tectónicas terrestres y cuándo se va a romper la roca para liberar esa energía en forma elástica", explicó a lanacion.com Mario Araujo, jefe del Departamento de Investigaciones Sismológicas del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, con sede en San Juan.
El experto señaló que hoy existe un mapa mundial de sismología, donde están clasificados todos los sismos ocurridos y las zonas más proclives a recibirlos debido al plegamiento de las placas tectónicas de la Tierra.
Sin embargo, explicó que hasta hoy no es posible determinar y detectar de qué manera se deforman las placas tectónicas y se producen los movimientos rocosos terrestres que podrían anunciar un movimiento telúrico de gran magnitud como el ocurrido en Haití el martes.
Araujo aclaró que la gravedad del sismo registrado en Haití radica en que se produjo a sólo 15 kilómetros de distancia de su capital, Puerto Príncipe, donde viven más de dos millones de personas, y también porque el terremoto se registró a sólo 10 kilómetros de profundidad, hecho que amplía su magnitud y lo torna catastrófico.
"Si se cayó el palacio de gobierno y la catedral, que supuestamente están mejor construidas, es de esperar que miles de viviendas precarias existentes en Haití hayan colapsado o colapsen pronto", aseguró el investigador, que aconseja siempre trabajar en prevención sísmica construyendo de manera segura y evitar desarrollos urbanísticos en zonas riesgosas o con antecedentes de haber sufrido un sismo.
"Tal vez hoy no podamos anticipar cuándo ocurrirá un sismo, pero sí podemos construir utilizando materiales sismo-resistentes y estudiar mediante la geotecnia los distintos tipos de suelo donde se va a elevar una casa o edificio, teniendo en cuenta su resistencia y las napas freáticas que pasan por debajo", concluyó Araujo.
Devastador. El terremoto de anteayer en Puerto Príncipe, en Haití, liberó una energía equivalente a la explosión de 200.000 kilos de TNT, según expertos en geología mundial.
El presidente de Geólogos del Mundo, la ONG del Colegio Oficial de Geólogos de España, Angel Carbayos, explicó a la prensa que la energía que se libera en un sismo de esta magnitud provoca unos efectos devastadores y esos daños sobre las personas, los objetos y las construcciones son los que fijan la intensidad de un terremoto.
"Un sismo de 7 en la escala Richter provoca destrucción masiva, con deslizamiento de terrenos que sepultan cualquier población", agregó.
El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) aseguró que se trata del terremoto más fuerte sufrido en el país caribeño en 240 años. El USGS informó que los terremotos ocurrieron a lo largo de la frontera entre las placas del Caribe y las de América del Norte.
"Las dos placas tectónicas se deslizan en sentido contrapuesto, con la placa del Caribe que se mueve al Oeste, hacia la placa de América del Norte. El terremoto del 12 de enero fue el peor que ha golpeado la región en décadas, y posiblemente en más de un siglo", consideró el informe oficial.
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