CARACAS - El presidente Hugo Chávez afirmó ayer que el país enfrenta una situación de emergencia de "extrema complejidad" por las fuertes lluvias, y ordenó a los militares ocupar varios complejos turísticos en el estado central de Miranda para albergar a los afectados.
Las precipitaciones se han extendido en 11 de los 23 estados desde hace dos semanas, y han dejado 34 muertos y cerca de 90,000 damnificados.
"Quiero los hoteles de turismo en primer lugar. Y entonces los ocupamos bajo préstamos, sí, bajo préstamos, para que ellos se alojen allí", dijo Chávez a través de la televisora estatal al ordenar a los militares la ocupación de varios complejos turísticos en la población oriental de Higuerote, en Miranda, con el fin de darle refugio a cientos de afectados por las fuertes precipitaciones.
"Hay que intervenir parte de esas instalaciones para que ustedes se muden para allá, verdad. Esos hoteles turísticos que están allí", dijo el gobernante al justificar la medida. "Que además ahorita yo estoy seguro que los ricos... como ven que el pueblo está inundado, esos pa' acá no van a venir, esos se van pa' Europa, se van pa' Miami, se van no se pa' donde a pasar la Navidad".
"El que se ponga bravo (enojado), que se ponga bravo, pero el pueblo tiene el mismo derecho", comentó el mandatario, vestido de traje militar y boina roja, rodeado de decenas de afectados por las lluvias.
El gobernador opositor de Miranda, Henrique Capriles, rechazó el anuncio de Chávez sobre la toma de los hoteles privados y sostuvo que la medida podría promover "la anarquía" y generar "caos".
"No es prudente venir a generar zozobra en los dueños de propiedades. Hay que tener mucho cuidado con generar anarquía con las declaraciones", indicó Capriles al afirmar que el gobierno debió iniciar un proceso de diálogo con los dueños de los hoteles antes de ordenar la ocupación.
"Pensábamos que la llegada del presidente (a Miranda) significaría alimentos, significaría agua potable, significaría medicinas;...venir y dar declaraciones que promuevan la anarquía, que traten de generar caos, yo creo es poco responsable, poco prudunte, además de un jefe de Estado", dijo el gobernador al manifestar inquietud ante el riesgo de que puedan darse invasiones de edificaciones privadas.
Chávez ordenó el domingo tomar un "tremendo terreno del aeropuerto de Maiquetía".
Se trata de unas 36 hectáreas cercanas al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía con el fin de construir viviendas para los damnificados de barriadas pobres.
Los terrenos tomados eran utilizados por empresas privadas para el almacenaje de productos y para estacionamientos privados.
"Tenemos centenares de terrenos como éstos que vamos a empezar a recuperarlos", señaló el gobernante a la televisora estatal, al anunciar que en los próximos días podría tomar otros "terrenos para el pueblo" con el fin de levantar edificios y "disminuir la densidad en los barrios (pobres)".
Chávez indicó que acordó utilizar algunas de las áreas protegidas del parque capitalino del Avila para construir edificaciones, y criticó a los opositores que han acusado de falta de planificación al gobierno para enfrentar la crisis generada por las lluvias, y han cuestionado el uso de áreas del palacio presidencial para alojar unos 60 damnificados.
Chávez dijo el domingo, en la columna de opinión que publica en algunos diarios, que Venezuela está padeciendo una "situación de emergencia nacional de una extrema complejidad" debido a las intensas precipitaciones que se vienen registrando desde finales de noviembre.
El mandatario aseguró en su columna "Las Líneas de Chávez" que el nivel de agua que ha caído en las últimas dos semanas duplica la cifra que se reportó en 1999, cuando se registró en el país una tragedia natural de grandes proporciones debido al deslave de numerosas montañas y crecida de ríos, que causaron entonces más de 10,000 muertos y fuertes destrozos en la capital y algunos estados como el de Vargas.
Chávez exhortó a la Asamblea Nacional a acelerar una ley de emergencia para terrenos urbanos y viviendas encaminada a agilizar la construcción de casas para los damnificados, y pidió al sector privado que se una al gobierno para "maximizar la capacidad de respuesta al problema estructural de la vivienda".