viernes, 29 de octubre de 2010

Halloween no es una fiesta diabólica Tiene algo Espiritual


La tradicional fiesta de Halloween (o All Hallow’s Eve, víspera de día de difuntos) es una de las celebraciones más antiguas que sobreviven en nuestros días. Se trata de una fiesta de origen pagano que iniciaron los celtas, un pueblo que habitó las tierras de Irlanda, Gales y Escocia años antes de Cristo. Los celtas fueron un pueblo de "recoger y guardar". La fecha de recoger era el primero de noviembre, cuando empezaba la vendimia o la cosecha. Y en la víspera, el 31 de octubre, echaban la casa por la ventana con fiestas y rituales para que sus dioses de la naturaleza les permitieran recoger sus cosechas y guardar sus alimentos a tiempo. Sólo así podían sobrevivir al crudo invierno de aquellas tierras tan altas y frías.

Los Druidas, que eran los sacerdotes de los celtas, creían que esa noche del "samhain" (que significa el día que separa el año), la Tierra entraba en íntimo contacto con el mundo espiritual y por lo tanto, los fantasmas, los duendes, los gnomos y las brujas andarían sueltos gastándoles bromas pesadas para dañarles las cosechas y matarles los animales. Para espantarlos encendían hogueras por todo el campo, se ponían grotescas máscaras y celebraban rituales para conducir hacia la luz a los espíritus confundidos.

No existe evidencia histórica que relacione la fiesta de Halloween con el diablo. Pero en algún punto de la historia se mezclaron los rituales paganos con la figura maléfica que crearon los cristianos primitivos y se demonizó sin razón esta alegre fiesta.

Aquí entramos en el segundo origen de Halloween en la Edad Media -¡tiempos de oscuridad mental y espiritual!- La iglesia cristiana en Europa central destruyó muchos de los templos grecorromanos dedicados a los dioses Afrodita y Apolo, pero no logró erradicar por completo los cultos que la gente les dedicaba. Esos cultos se fueron transformando en rituales de brujería. En la brujería existen varias fiestas al año que se conocen como los "sabbats". El sabbat más importante es el del 31 de octubre porque es el que marca el fin del año. La mayoría de los elementos folclóricos de la fiesta de Halloween que actualmente celebramos, como son las escobas, los gatos negros, los calderos y los hechizos, nos vienen de esta fiesta en particular.

Existe un tercer precursor de nuestra fiesta de Halloween. Resulta que la Iglesia Católica Romana separó una serie de fechas en el calendario para conmemorar a cada santo. Con eltiempo se les acabaron los días y decidieron reunir a todos los que se habían quedado sin fecha en un solo día. Así nació el Día de Todos los Santos. En el año 835 de nuestra era, el papa Gregorio IV se vio obligado a fijar esta conmemoración santoral el 1 de noviembre por lo arraigada que estaba en el pueblo esta celebración de otoño. A esta festividad se le conoció en los países anglosajones como All Hallow E ‘En. Resulta obvio que al contraer la frase se convirtiera en Halloween.

La costumbre moderna de que los niños vayan disfrazados pidiendo dulces de casa en casa diciendo trick or treat se originó en el festival pagano de año nuevo que se celebraba en la antigua Irlanda. Los campesinos irlandeses creían que una forma de librarse de los espíritus burlones era disfrazándose para que no los reconocieran y brindándoles comidas y golosinas para contentarlos.

La calabaza con la cara esculpida e iluminada representa un alma en pena que está en el limbo a causa de sus actos en vida. Los finlandeses creían que era el alma de un niño enterrado en el bosque. Como ven, Halloween encierra un sentido profundamente espiritual. Aprovechemos esta fiesta para disfrutar de los dulces con los niños y llenarnos de buenas vibraciones espirituales. Excelente momento para comunicarnos en sueños con los seres amados que ya partieron"al otro mundo".

No hay comentarios: