Para ser el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, parece alejarse de la opulencia. Pese que su fortuna - estimada por la revista Forbes en más de $60,000 millones - supera las riquezas de Bill Gates y Warren Buffet, Slim se proyectó como un señor sencillo durante su visita a Puerto Rico.
Su reloj:
Slimo arribó ayer al Centro de Convenciones en Miramar, no con un Rolex ni Bvlgari. El magnate mexicano vino ataviado con un Reloj Swiss Army, asequible para la mayoría de los consumidores que trabajan.
Sus gafas:
Nada que ver con RayBan, Gucci ni Prada. Para proteger sus ojos del sol puertorriqueño, Slim llegó usó sus gafas Oakley. En promedio, las gafas de esta marca se pueden conseguir por unos $120.
Su carro:
No alquiló auto. Utilizó el mismo chofer y vehículo del presidente de la Puerto Rico Telephone, Enrique Ortiz de Montellano, quien maneja una Cadillac Escalade.
¿iPhone o Blackberry?
Aunque Slim es uno de los principales accionistas de Apple, al menos ayer, no parecía tener un iPhone.
Estuvo todo el día pegado a una BlackBerry.
