Las largas tandas de interrupciones en el servicio eléctrico en el país ha deteriorado la calidad de vida de gran parte de la población dominicana debido a que han visto limitado el acceso a los medios tecnológicos y a las falicidades que éstos les ofrecen.
La falta de energía eléctrica, también está provocando pérdidas millonarias diario y trastornos al aparato productivo, principalmente a la industrial y comercial.
Mientras se agudizan los apagones, las empresas distribuidoras de electricidad presionan para que los clientes se mantengan al día en el pago de un servicio que a penas reciben.
Desde diversos sectores del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo se reciben las quejas diario de decenas de personas que se quejan por los prolongados apagones, muchos de los cuales son de hasta 15 horas.
Para poder mantener funcionando sus negocios durante unas cuantas horas diario, propietarios de colmados, salones de belleza, de Internet y otros establecimientos, han tenido que endeudarse adquiriendo plantas de emergencia o inversores de electricidad.
Mientras persisten los prolongados cortes del servicio, la Corporación de Empresas Elétricas Estatales (CDEEE), no vislumbra una solución de la problemática a corto y mediano plazo.
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