El Ejército Mexicano y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense descubrieron un «narcotúnel» entre Tijuana y San Diego de unos 450 metros de longitud. La noticia no tendría especial relevancia (desde que en 1981 apareciera el primero de este tipo de pasadizos son más de un millar los pequeños túneles encontrados), si no fuera porque éste cuenta con luz eléctrica, sistema de ventilación y hasta raíles para poder transportar la droga en plataformas. Las autoridades de ambas naciones se han incautado, además, de 25 toneladas de marihuana.
La entrada en la parte de Tijuana se halla en una bodega abandonada de la calle López Portillo, a unos 50 metros de la garita de Otay, en la frontera, y en las inmediaciones de otros domicilios donde han aparecido diferentes pasadizos. La boca del túnel está excavada en una de las dependencias de la bodega, junto a montones de tierra extraída.
El acceso es un hoyo al ras del suelo de unos dos metros cuadrados. A unos seis metros de profundidad comienza un corredor por el que debe avanzarse a gatas, pues su altura (alrededor de un metro en sus tramos más amplios) no permite caminar. Los raíles están separados entre sí unos 60 centímetros y permiten colocar sobre ellos una plataforma con ruedas metálicas con un par de fardos de marihuana. La iluminación se logra mediante un cable con bombillas cada cierto trecho, y la ventilación se consigue a través de un sistema de extractores y ventiladores.
Bajo viviendas
La galería pasa por debajo de varias viviendas y de una empresa de aparatos electrónicos, y justo antes de llegar a EE.UU. cruza bajo los carriles de entrada a la garita de exportación. La salida se localiza, a 400 metros de la frontera, en otro almacén-bodega de Otay Mesa, a las afueras de la ciudad californiana de San Diego. Allí una pareja fue detenida. Será presentada ante una Corte Federal por los delitos de narcotráfico y conspiración para el tráfico de drogas.
El director general del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, John Morton, se desplazó desde Washington para conocer de cerca las pesquisas y detallar que el pasadizo no llevaba mucho tiempo en uso (según las autoridades mexicanas, no llegaba a medio año). La captura del hombre y la mujer se produjo cuando elementos de la multiagencia del Comando de Túneles de San Diego —formado por agentes aduaneros y migratorios, personal de la Agencia Federal Antidrogas (DEA) y oficiales de las patrullas de Carretera y Fronteriza— siguieron a un camión desde el área de Otay Mesa hasta un punto de revisión en Temecula.
24,5 toneladas de hierba
En el vehículo viajaban un ciudadano estadounidense y una mujer de origen mexicano con permiso de residencia en el vecino país. El remolque contenía diez toneladas de marihuana, mientras que en el almacén de Otay Mesa, en las inmediaciones de una planta maquiladora de ensamblaje de productos electrónicos, aparecieron otras diez toneladas de cannabis junto a un túnel conectado con Tijuana. En el lado mexicano esperaban otras 4,5 toneladas de hierba.
«Esto es obviamente el trabajo de un cártel, probablemente el de los rellano Félix. Era un túnel largo y sofisticado, pero no es el más largo que se ha encontrado, ni será el último que encontremos», aclaró Morton. En los últimos cuatro años, al menos 75 «narcotúneles» han sido localizados en la frontera entre México y EE.UU. (la mayoría, en California y Arizona). El mayor hasta la fecha, de 731 metros, fue destruido en 2006, también entre Tijuana y Otay Mesa.
Precio del cargamento
Morton evaluó en veinte millones de dólares el precio que podría alcanzar en las calles este cargamento, y recalcó que la colaboración en la lucha antidroga entre México y su país es mejor que nunca, hasta el punto de que los traficantes tienen que mover sus negocios bajo tierra.
Este es el tercer gran hallazgo de marihuana que tiene lugar en poco más de dos semanas en Tijuana. El 18 de octubre fueron decomisadas 145 toneladas de esa hierba, el mayor cargamento en paquetes incautado hasta ahora en México, mientras que el lunes pasado fueron aseguradas otras 13 toneladas. El del jueves es el mayor alijo incautado en California, y el segundo más grande en Estados Unidos (sólo superado por las 33 toneladas aprehendidas hace dos años en Oregon), dijo el agente especial de la DEA Ralph W. Partridge.
La posible legalización del consumo de marihuana para uso recreativo en California (finalmente rechazada en referéndum) podría estar detrás de esta avalancha.
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