Todos recuerdan a la Dirección General de Espectáculos Públicos y Radiofonía, dirigida por doña Zaida Ginebra de Lovatón, que tenía como principal función la regulación moral de las emisiones radiales y televisivas.
Doña Zaida impuso en la radio y la televisión todos los principios de las reglas morales que le habían sido inculcadas por sus padres. En forma radical y responsable, cerró estaciones de radio y televisión, además de cancelar varios carnets de locutores, por violaciones contra la ética y buenas costumbres.
Ahora, la radio y televisión nuestra están nadando en la peor cloaca de vulgaridad y malos ejemplos, en una abusiva explotación comercial de la ignorancia de nuestro pueblo. Las palabras y términos vulgares se han convertido en una moda de mal gusto.
En la gran mayoría de los programas musicales televisivos, donde no faltan por lo menos cuatro bailarinas semidesnudas, con lascivos y vulgares movimientos, sin la más mínima calidad artística o estética y con la más alta dosis de morbosidad.
Otras televisoras practican una carrera olímpica para demostrar cuál transmite más series y películas, donde se presenten las escenas sexuales a nivel de homosexualismo y lesbianismo, tipos restricción "X".
¿Conocerán nuestras autoridades de Salud Pública, de la Cancillería y Educación, una de las razones por las cuales somos el país iberoamericano número uno en la exportación de prostitutas y el por qué de la alarmante cantidad de adolescentes embarazadas? No, esos problemas no les importan.
El Estado debe penalizar de una manera más drástica a los cantantes que incitan al consumo de drogas a través de sus canciones, los cuales incurren en la violación de la Ley 50-88, actuando de esta manera como promotores de esas suntancias prohibidas, que no han hecho más que destruir personas y familias.
De ninguna manera los ciudadanos y quienes velan por la seguridad nacional, debemos dejar que los desaprensivos actuen a la libre, en aras de supuestas libertades, que no son más que actos de libertinajes que llevan a la descomposición moral de la sociedad, lo que trae como consecuencia problemas de salud pública que devienen en problemas de violencia y educación y por tanto, afectan el desarrollo de un país.
Estoy seguro que muchos de los cantantes que promueven el consumo de drogas, están conscientes de lo que hacen, porque su música atraerá a un gran público que se ha perdido en los vicios. Su accionar los hace cómplices de narcotraficantes. Yo diría que en vez de llamarles artistas, le pongamos el nombre que les corresponde: narcoartistas.
y anque soy joven y cuando ella estaba viva yo era muy pequeño todavia pero por la personas que me cuentan y las canciones de ese tiempo que hablan de los dratica que era Doña Zaida, en las cuales su e pueden mencinar Jhonny Ventura, Tony seval, entre otros artistas que en sus canciones dicen los drastica que era ella, yo digo qu efalta hace usted en este pais.
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