El petróleo está amenazando con variar las proyecciones hechas por las autoridades económicas para el año en curso, por lo menos en la parte externa que se refleja en la balanza de pagos.
Con un precio del crudo rondando los 80 dólares por barril, alza atribuida a las expectativas de reactivación económica mundial, los cálculos dominicanos ya están quedando algo deprimidos.
Los cálculos económicos locales, por lo menos los que sustentan el programa monetario del Banco Central, tienen un promedio de US$74.87 para el barril de petróleo para el 2010.
Pero el mercado internacional se ha movido sobre ese nivel en las últimas semanas.
El año pasado el barril de crudo importado por el país tuvo un promedio de US$61.25, por lo que la proyección media para este año reconoce un aumento esperado por barril de unos US$13.62.
Aunque las previsiones de reservas internacionales del país proyectan un balance relativamente holgado durante el año, la variación al alza de los precios del petróleo puede complicar la situación, provocando un monto inferior al estimado.
La relativa dificultad estaría ayudada con una menor recepción de inversión extranjera este año. La inversión extranjera directa, que el año pasado representó unos US$2.065.7 millones, según cifras preliminares, fue uno de los componentes de ingresos de divisas que contribuyó a financiar el déficit de la balanza de pagos.
Para el año en curso las autoridades económicas proyectan que el ingreso de divisas por concepto de inversión extranjera sea de unos US$1,863.4 millones.
La factura petrolera representa el principal renglón de salida de divisas de la balanza comercial dominicana. Por ese concepto el país erogó el año pasado US$2,851.9 millones.
Basado en un petróleo proyectado a un precio promedio de US$74.87 por barril, los estimados de costo de la factura petrolera para 2010 son de unos US$3,219.4 millones. Esa proyección pudiera ser menor, de mantenerse el comportamiento alcista del crudo.
La República Dominicana tiene un consumo aproximado de 55 millones de barriles de petróleo al año, volumen que es totalmente importado.
Cada dólar que aumenta el barril de petróleo incrementa en un millón de dólares el costo de la factura petrolera. Venezuela es el principal suplidor de hidrocarburos.
Al ser el país signatario del acuerdo Petrocaribe, puede diferir o convertir en crédito una proporción del aumento que se produzca en el precio del petróleo. De esa forma, puede atenuar el efecto del alza, pero aumenta su endeudamiento externo.
La deuda por ese concepto supera ya los US$1,500 millones.
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