La Romana. Dos hombres fueron asesinados anoche y otro herido al ser atacados a tiros por desconocidos que viajaban en una jeepeta y lo sorprendieron mientras se encontraban frente al negocio Momon Car Wash, propiedad de una de las víctimas, ubicado en la calle Espaillat, de La Romana, informó la Policía. Dijo que las víctimas son Ramón Antonio Herrera (Mamón), de 50 años, propietario del referido negocio, y su chofer Héctor Bienvenido Castillo (Freddy y/o El Socio), de 40, quienes presentan heridas de bala en distintas partes del cuerpo. Mientras que el herido es César Augusto Manzano de Aza, de 30 años, quien se encontraba a las 8:00 de la noche en compañía de los hoy occisos frente a Momón Car Wash, donde se presentaron varios desconocidos a bordo de una jeepeta negra, de más datos ignorados, y le emprendieron a tiros con arma de alto calibre. Manzano de Aza se encuentra interno un centro médico de La Romana.
La Policía informó, además, que en el lugar del hecho fueron colectados tres casquillos, Cal. 223 milímetros, para arma larga, dos chaquetas de proyectil, el carro marca Toyota Camry, placa A419645, propiedad del herido, con varios impactos de bala.
En poder de Herrera (Momón) se encontró la suma de RD$16,600.00 pesos, en efectivo, una cadena color amarillo, y un celular marca Motorota. Ambos cadáveres fueron enviados al Instituto Regional de Patología Forense, San Pedro de Macorís.
La acción criminal se produjo cuando el empresario llegaba a su negocio a recoger el dinero producto de la venta del día. Según versiones de algunos que presenciaron el hecho, se descarta el robo, ya que tan pronto cometieron la acción los individuos abandonaron el área.
De acuerdo a testigos, los desconocidos esperaban la llegada del propietario del establecimiento y tan pronto éste llegó fue impactado a tiros con armas de alto calibre.
De inmediato agentes de la policía iniciaron las investigaciones de lugar, deteniendo a la seguridad del establecimiento y a otras personas para conocer más detalles sobre lo acontecido.
El empresario Herrera, quien vivió un tiempo en los Estados Unidos, y su chofer Castillo recibieron múltiples impactos de balas, por lo que fueron llevados a la clínica Doctor Canela, en donde se produjo su deceso.
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