Los extraterrestres le echaron una mano a Tony Blair en la campaña electoral que le llevó al poder, o eso cabría deducir del control que sometieron, según testigos presenciales, a uno de sus principales oponentes políticos, Michael Howard. Hasta seis personas que no estaban juntas vieron en marzo de 1997 que un ovni se situaba sobre la casa de campo del entonces ministro del Interior británico.
Las investigaciones de Defensa concluyeron que no se produjo «ningún incidente contra la seguridad», pero la clase política bromea ahora, al desclasificarse una nueva entrega de 6000 páginas de «expedientes X» (los que van de 1994 a 2000), sobre el mal de ojo que debieron de echarle los extraterrestres a Howard, pues meses después fracasó en su intento de hacerse con el liderazgo conservador y cuando alcanzó ese puesto fue vencido por Blair en su última victoria, en 2005. Curiosamente en el tiempo del avistamiento del ovni, a Howard le cayó el sambenito de tener «something of the night», algo siniestro propio de la noche, por una polémica sobre prisiones, un comentario de larga repercusión nacional.
En el caso ovni localizado sobre la casa de Howard en Kent se trataba de un objeto de forma triangular y el doble de grande que un avión jumbo. «Estaba bebiendo algo en la cocina cuando vi esas extrañas luces en el cielo», explicó una chica de 23 años. Otra de 25 aseguró que el objeto se posó a trescientos metros de altura, emitiendo un constante ruido apagado.
Entre los expedientes desclasificados también se encuentra uno que revela cómo un policía vio en 1999 un platillo volante sobre el campo de fútbol del Chelsea. El ovni tenía cuatro luces y forma de rombo. Sólo fue visto entre diez y quince segundos.
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