La Cuaresma, es la preparación para la Celebración Pascual durante la semana santa. Ha sido un tiempo que se ha ido formando con la historia y a veces se ha alargado un poco mas; había la cuaresma quincuagésima, sexagésima, septuagésima. A últimas fechas se ha recortado, quedando solamente la cuaresma que son 40 días que ha sido la más antigua en que estuvo conformado este tiempo de preparación a la Pascua. Ante todo, es tiempo de preparación para celebrar los misterios pascuales: Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Así lo expresó el señor Arzobispo, Don Héctor González Martínez.
Puntualizó además, que la actitud cristiana para vivir la cuaresma, debe de ser Vivir la Cuaresma, es decir, no es tiempo para andar con otras temáticas, con otros tópicos que pueden ser buenos, pero por buenos que sean, no se pueden sobreponer a la temática propia de la Cuaresma, porque es la conversión, la purificación, el cambio de vida, la vida en abundancia, etc. Una temática propia que viene según el guion litúrgico, establecido y actualizado, y este guion nos ayuda a llevar el ritmo de una manera ascendente hasta llegar al Jueves Santo con la reconciliación, la confesión y luego los Santos Oleos y posteriormente la Pasión del Señor para prepararse a esos misterios que se celebran, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección, estos tres días son los que forman el triduo pascual.
Explicó con detalle que el significado de “la ceniza” era y es, un signo externo de arrepentimiento, de penitencia, de cambio y agregó: “Cuando los profetas pregonaban la penitencia, advertían al pueblo, el pueblo comprendía la exhortación y entonces entraba en reflexión interior y luego el cambio exterior. Es una oportunidad demostrar arrepentimiento por los errores que cada uno comete y un esfuerzo por enfilarse más libremente hacia el plan de Dios, hacia la salvación personal”. Por último, dijo que no incluye lo estrictamente personal, sino que también incluye lo social, es decir, las personas convertidas, son invitadas a influir en los ambientes, transformándolos y convirtiéndolos. Actualmente es al revés, los ambientes universales internacionales, son los que van influyendo en los ambientes nacionales y populares en los hogares y finalmente en cada persona, entonces se tiene que invertir la dinámica.
Puntualizó además, que la actitud cristiana para vivir la cuaresma, debe de ser Vivir la Cuaresma, es decir, no es tiempo para andar con otras temáticas, con otros tópicos que pueden ser buenos, pero por buenos que sean, no se pueden sobreponer a la temática propia de la Cuaresma, porque es la conversión, la purificación, el cambio de vida, la vida en abundancia, etc. Una temática propia que viene según el guion litúrgico, establecido y actualizado, y este guion nos ayuda a llevar el ritmo de una manera ascendente hasta llegar al Jueves Santo con la reconciliación, la confesión y luego los Santos Oleos y posteriormente la Pasión del Señor para prepararse a esos misterios que se celebran, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección, estos tres días son los que forman el triduo pascual.
Explicó con detalle que el significado de “la ceniza” era y es, un signo externo de arrepentimiento, de penitencia, de cambio y agregó: “Cuando los profetas pregonaban la penitencia, advertían al pueblo, el pueblo comprendía la exhortación y entonces entraba en reflexión interior y luego el cambio exterior. Es una oportunidad demostrar arrepentimiento por los errores que cada uno comete y un esfuerzo por enfilarse más libremente hacia el plan de Dios, hacia la salvación personal”. Por último, dijo que no incluye lo estrictamente personal, sino que también incluye lo social, es decir, las personas convertidas, son invitadas a influir en los ambientes, transformándolos y convirtiéndolos. Actualmente es al revés, los ambientes universales internacionales, son los que van influyendo en los ambientes nacionales y populares en los hogares y finalmente en cada persona, entonces se tiene que invertir la dinámica.
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