Enamorarse puede ser más bueno de lo que parece, pues puede actuar
como un analgésico potente y los científicos ya han descubierto el
porqué.Esa oleada de sentimientos positivos que tienes en los primeros
meses de enamoramiento no sólo te pone de mejor ánimo, sino que incluso
funciona como analgésico.
Un equipo de investigadores de la Stanford University School of Medicine, de Estados Unidos, ha constatado que los sentimientos de amor apasionado pueden aliviar el dolor con la misma eficacia que los calmantes , e incluso el mismo efecto que algunas drogas ilegales, como la cocaína.
Según los científicos, este alivio es posible porque el amor intenso activa las mismas áreas del cerebro que tratan los medicamentos destinados a paliar el dolor, es decir, aquellas regiones en los que se encuentran los sistemas de recompensa del cerebro.
En estos sistemas es donde se genera la dopamina, que es una hormona y un neurotransmisor que influye en nuestro estado de ánimo, en nuestra gratificación y en nuestra motivación, explica el especialista Sean Mackey, director del estudio.
Mackey afirma que: “Cuando la gente se encuentra en la fase más apasionada del enamoramiento se producen alteraciones significativas en su estado de ánimo que impactan en su experiencia del dolor”.
Comprender de qué manera se produce este impacto o cómo se establecen las vías de recompensa neuronal que alivian el dolor físico gracias al amor, podría servir para desarrollar nuevos métodos calmantes, afirman los investigadores.
Otras áreas para explorar son los sistemas cerebrales involucrados cuando se trata amor homosexual, el vínculo entre madre e hijo, y amistades platónicas, dijo Mackey. Otro estudio también describió al amor como una adicción, pues involucra la misma área del cerebro asociada con la adicción a los narcóticos.
Un equipo de investigadores de la Stanford University School of Medicine, de Estados Unidos, ha constatado que los sentimientos de amor apasionado pueden aliviar el dolor con la misma eficacia que los calmantes , e incluso el mismo efecto que algunas drogas ilegales, como la cocaína.
Según los científicos, este alivio es posible porque el amor intenso activa las mismas áreas del cerebro que tratan los medicamentos destinados a paliar el dolor, es decir, aquellas regiones en los que se encuentran los sistemas de recompensa del cerebro.
En estos sistemas es donde se genera la dopamina, que es una hormona y un neurotransmisor que influye en nuestro estado de ánimo, en nuestra gratificación y en nuestra motivación, explica el especialista Sean Mackey, director del estudio.
Mackey afirma que: “Cuando la gente se encuentra en la fase más apasionada del enamoramiento se producen alteraciones significativas en su estado de ánimo que impactan en su experiencia del dolor”.
Comprender de qué manera se produce este impacto o cómo se establecen las vías de recompensa neuronal que alivian el dolor físico gracias al amor, podría servir para desarrollar nuevos métodos calmantes, afirman los investigadores.
Otras áreas para explorar son los sistemas cerebrales involucrados cuando se trata amor homosexual, el vínculo entre madre e hijo, y amistades platónicas, dijo Mackey. Otro estudio también describió al amor como una adicción, pues involucra la misma área del cerebro asociada con la adicción a los narcóticos.
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