martes, 16 de marzo de 2010

COMIENSA SENSO EN ESTADOS UNIDOS SIN LOS DOMINICANOS

Arrancó ayer lunes 15 de marzo la distribución en su primera fase de más de 120 millones de formularios del Censo 2010 de los Estados Unidos, en el que se excluye a los dominicanos. Los formularios, en inglés y español no tienen impresa la palabra “DOMINICANOS” en ninguna de las casillas que se refieren al aspecto étnico o racial a pesar de que algunos funcionarios criollos, inclusive, el embajador en Washington Roberto Saladín, habían dicho lo contrario el año pasado.

Amplios sectores de la comunidad se han quejado de sus concejales y asambleístas, por no haber hecho lo suficiente para que el gobierno tomara en cuenta a los dominicanos y dominicanas, situación que ocurrió también hace 10 años, en el censo del 2010.

Los oficiales electos y directores ejecutivos de algunas instituciones comunitarias habían prometido que el término “DOMINICANO” aparecería oficialmente, acorde con las promesas hechas a ellos por congresistas como Charles Rangel, la senadora Kirsten Gillibrand y funcionarios federales, pero nueva vez, todo se quedó en palabras.

A diferencia de los puertorriqueños, cubanos y mexicanos, los dominicanos figuran en la casilla “otros hispanos” y activistas comunitarios llaman a que se marque “DOMINICANO” a lapicero y en letras mayúsculas para recordar a las autoridades en Washington, que existimos como tales.

El conteo que se hace cada 10 años, determinará la composición del congreso y sus resultados establecerán cuantos legisladores corresponderán a cada estado, además de la repartición de más de $400 millones de dólares en fondos federales.

Robert Groves, director del Buró Federal del Censo, dejó iniciado oficialmente el conteo durante una ceremonia celebrada en Washington. Los formularios comenzaron a ser enviados por correo, pero brigadas integradas por miles de promotores, motivarán a los ciudadanos a llenarlos.

Se pidió a los inmigrantes indocumentados, sumarse al escarceo poblacional y a no temer por su estatus legal, que no será investigado por autoridades federales. Más de 13 millones de hogares recibirán el cuestionario bilingüe que contiene sólo 10 preguntas y toma unos 10 minutos en ser respondido.

En enero del 2009, se inició la campaña nacional de publicidad sobre el censo en 28 idiomas con un costo de $133 millones de dólares. El Buró Federal del Censo fue fundado en 1790 y es la vigésima tercera vez que hace el conteo oficial a los residentes en los Estados Unidos.

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