Dentro de la apuesta del nuevo gobierno de Estados Unidos por utilizar la opción nuclear para satisfacer las voraces necesidades de energía de la mayor economía del mundo, el presidente Barack Obama ha anunciado hoy martes la concesión de garantías de préstamo por valor de 8.300 millones de dólares para hacer posible ese objetivo. Ese dinero será destinado para que la compañía eléctrica Southern pueda construir en el Estado de Georgia dos nuevos reactores nucleares, los primeros en Estados Unidos después de casi treinta años.
Según Obama, este desembolso "es sólo el comienzo" ya que su intención es triplicar la financiación pública heredada de la Administración Bush para fomentar nuevas instalaciones nucleares limpias y segura. Con esta decisión presupuestaria para el 2011, clave para fomentar nuevos proyectos de construcción, el gobierno de Estados Unidos aspira a facilitar a la industria de la energía nuclear un total de 54.500 millones de dólares.
De acuerdo a los datos del Departamento de Energía, el 20% de la electricidad que se produce en Estados Unidos es de origen nuclear. Esa porcentaje resulta significativamente inferior al de otros países industrializados como Japón, Alemania y sobre todo Francia, que encabeza el ranking con un 76%. Esa abultada diferencia también refleja la "de facto" americana impuesta sobre la industria nuclear desde el accidente registrado en 1979 en las instalaciones de Three Mile Island, Pensilvania.
Para mantener la actual proporción del 20%, el sector de la energía nuclear en Estados Unidos estima que se debería construir un nuevo reactor por año entre el 2016 y el 2035. En la actualidad, los reguladores en Washington están revisando las aplicaciones para construir más de veinte plantas nucleares nuevas en diferentes partes del territorio americano. En la actualidad, Estados Unidos opera un total de 104 reactores nucleares para generar energía eléctrica.
Con esta iniciativa, la Administración Obama aspira a lograr que el Congreso respalde su política de energía, que aspira incentivar también fuente renovable. Además de recortar las emisiones contaminantes vinculadas al efecto invernadero. Y en lo posible fomentar el empleo y la producción de energía dentro de Estados Unidos. Según Obama, "ya sea a través de energía nuclear, solar o eólica, si fallamos a la hora de invertir en estas tecnologías, las tendremos que importar mañana
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